domingo, 17 de diciembre de 2006

Por fin vale el mar ...


Después de una semana de puente muy mala para pescar, por fin tuvimos este sábado un parte bastante favorable. El pronóstico hablaba de mar de fondo de 2 a 3 metros y viento SW que quedaba casi sin fuerza hacia el mediodía. Había que aprovechar así que a las 12 largaba amarras rumbo a un nuevo día de pesca con San Martiños y Abadejos en la lista de objetivos.

La zona elegida está a unas 7 millas del puerto y consiste en un cubierto con fondos desde los 50 hasta los 70 metros con algún petón que sube hasta los 30 y varios pasillos de arena intermedios. La técnica elegida para estas especies en esta época del año es el Jigging, así que con el equipo de costumbre empecé probando las primeras de las 30 ó 40 piedras que tengo marcadas por la zona. En general muy poco pescado, la sonda casi muda y además no paraba de llover con lo que estar en el mar no se hacía especialmente agradable.

En cualquier caso la experiencia dice que hay veces que el pescado está difícil, estas jornadas hay que trabajárselo y al día siguiente tener algo de agujetas de tanto sube y baja, además, como en algunos momentos el viento era un poco más fuerte de lo ideal y la corriente corría fuerte tuve que trabajar con Jigs de 400 gr lo que se hace bastante duro.

Ya habían transcurrido las 2 primeras horas y nada de nada, ni una picada, y eso que ya había tocado casi todas mis piedras en la zona. De repente, en un desplazamiento entre piedras y al cruzar un limpio aparece algo de pescado en la sonda, probamos y bien, por lo menos hay algo para cenar esta noche, un precioso chicharro cercano al kg está a bordo.

Tocado todo me planteo por un momento cambiar de zona, lo que implicaba moverse unas 6 ó 7 millas, el cuerpo me pide cambiar pero sabiendo lo pronto que vamos a quedarnos sin luz ahora en otoño decido repasar todo de nuevo. En esta ocasión, sin caña en mano y metido en la cabina pendiente de la sonda voy revisando con cuidado cada piedra buscando algo de actividad, nada y nada, todo limpio. Casi al final encuentro en una piedra pequeña una manchita que parece interesante, vamos a ver, largamos y ya en la caida pica un abadejo, no es muy grande pero pasa del kg, vuelvo a colocarme y esta vez al subir de nuevo picada, otra pieza de abadejo algo mayor. Sigo probando en la mancha y una tercera pieza en esta ocasión más pequeña sube a bordo. Bueno, no está mal, son ya casi las 5 y en media hora hemos mejorado la jornada.

Saliendo hacia tierra echo un ojo a las últimas piedras, las de menor profundidad, y parece que algo ha cambiado, un poco de pescado se mueve abajo, vamos a probar a dar la vuelta a la piedra probando todos sus cantiles bien pegado al fondo porque el engado está muy profundo.

Aquí está, inconfundible, con fuerza el pescado trabaja firme pegado a la piedra, lo levanto poco a poco y viene como suben ellos, con resistencia pero sin grandes carreras, roncando como de costumbre ya está en la bañera un San Martiño muy próximo a los 2 Kg. La noche se echa encima y creo que ya llevo más de 4 horas bajo la lluvia, 4 ó 5 largadas más sin resultado y nos vamos a casa.

Jornada difícil con poco pescado y condiciones desagradables por la lluvia y el viento, pero hay que mantener la fe hasta el final, así se salvan muchos días de pesca.

lunes, 11 de diciembre de 2006

Pescando un pecio



Es esta una pesca casi industrial pero me gusta de vez en cuando, tiene más ciencia de lo que parece. Hay varios pecios en mi zona que están entre 90 y 130 metros de sonda. Suelo pescar en ellos 3 ó 4 veces al año buscando fanecas y congrios. Para salir a estos pecios es importante que el parte meteorológico sea muy bueno, mar plana y nada de viento, de otro modo con tanta agua las probabilidades de éxito disminuyen mucho.

Como equipo utilizo una caña de 30-50 lb y un carrete eléctrico Miya Epoch con trenzado, el bajo está compuesto por monofilamento del 90 con tres ramales, dos por encima para las fanecas y otro más largo por abajo para el congrio. En una foto a lo mejor se aprecia mejor, todo se monta con perlitas para dar libertad total de movimiento a las gametas. Casi siempre es necesario 1 Kg de plomo para poder calar con rapidez y evitar la deriva que, incluso con buenas condiciones, hay veces que es fuerte debido a las corrientes.



Los cebos que mejor funcionan son la sardina y el curriolo, cortados en tacos y con un poco de sal.

La técnica que normalmente utilizo consiste en colocarse sobre el pecio con la ayuda de la sonda y, sin fondear el barco, largar el aparejo. Si se cae bien enseguida el pescado está picando y no es difícil hacer dobletes. La picada del congrio a menudo viene precedida por un parón en la actividad de las fanecas.

Si es posible fondear pues mejor, pero siempre con cabo flotante, cadena al final, rezón deformable y una boya para ayudar a subir el fondeo que desde 130 metros no es fácil, ni siquiera con molinete porque se hace muy largo.

La verdad es que sin fondear se puede sacar pescado más que suficiente y no deberíamos abusar, ya que los pecios podríamos conservarlos siempre como un punto donde tener la pesca casi asegurada si no vamos a ellos con actitud de llenar cubos de pescado. Una docena de buenas fanecas y un congrio creo que debería ser pesca suficiente para cualquiera, sobre todo teniendo en cuenta que el peso de estas fanecas está casi siempre por encima del medio kg, alcanzando los ejemplares mayores en mi caso 1,2 Kg.

Una cosa que me ayuda es saber, ayudados por la sonda, la orientación que tiene el casco en el fondo. De esta manera sabemos qué pecios funcionarán mejor con diferentes vientos (siempre muy suaves) o corrientes ya que podemos dejarnos derivar sobre él y realizar en ocasiones dos caladas sin volver a situarnos. De esta manera corremos en el sentido longitudinal del barco hundido y eso ayuda a pescar mejor.

Aprendiendo Jigging - acción de pesca.



Bueno, difícil tema el que vamos a tratar, creo que sería muy interesante que aportáseis comentarios sobre cómo organizáis vuestras salidas de pesca a Jigging.

Yo actualmente enfoco el día de pesca basándome en millas (unas 35 millas recorridas por jornada) y sonda. Atrás quedaron los tiempos de salir a las piedras marcadas en el GPS para insistir sobre ellas horas y horas. Las especies que quiero pescar a Jigging son fundamentalmente Abadejos y San Martiños, este pescado tiene piedras muy querenciosas pero lo que quiere es comer, así que mis salidas se basan en tocar todos los sitios donde alguna vez encontré bancos de pescado pequeño con máxima atención a la sonda en los desplazamientos.

Afortunadamente mi sonda lee muy bien incluso con una marcha de 9 ó 10 nudos con lo que puedo moverme con cierta agilidad al tiempo que busco pescado. Cualquier señal de actividad justifica una parada con el máximo esmero para una buena colocación, buscando la deriva más adecuada y unas cuantas largadas. No suelo cambiar mucho de Jig aunque sí juego con el tamaño y color del vinilo que pongo por encima, a veces he conseguido resultados con estas variantes.

Ya casi soy capaz de diferenciar cuando una mancha de pescado tiene o no depredadores, en cualquier caso aún quiero afinar más antes de publicar un post con fotos de pantalla de sonda marcando buen pescado.

Alguna vez he conseguido capturas sin actividad en la sonda pero en general siempre busco movimiento de pescado antes de Jiggear. ¿Hacéis lo mismo o buscáis la piedra más que el pescado?

Para mí un buen complemento es el profundizador, siempre lo llevo montado y si la cosa no funciona con el Jig pego algunas pasadas con el curri de fondo. Algunas veces, en lugar de cambiar de sitio rápidamente, me dejo caer por alguna sierra con el profundizador largado y un pez artificial en el fondo, muy pegado a las piedras.

Sobre la forma de mover el Jig se puede hablar mucho, depende del tipo de pescado y de los gustos y experiencias de cada uno. Últimamente cada vez muevo el Jig más despacio y más pegado al fondo, solamente subo hasta superficie con tirones para corregir la deriva de vez en cuando. Utilizo la referencia del pescado en la sonda para decidir cuántos metros levanto desde el fondo o a qué profundidad trabajar el Jig.