miércoles, 23 de mayo de 2007

Estrategia Jigging Cantábrico


Aunque mi experiencia en esta modalidad se limita todavía a algo más de 2 años, creo que la estrategia en la pesca a Jigging es especialmente importante. A continuación algunas reflexiones sobre cómo enfocar nuestras salidas de pesca para mantener un ritmo de mejora permanente.

La estrategia es en mi opinión lo que, y aparte de la suerte que nos puede ayudar de manera puntual en alguna ocasión, distingue a los mejores pescadores del resto.

La verdad es que cada uno va confeccionando su propio libro y cuando parece que tienes recetas mágicas, toda la base se viene abajo y parece que empezamos de nuevo. En realidad no es así, observando, anotando y probando cosas y sitios nuevos uno va haciéndose con recursos que después y a la larga terminan salvando esas jornadas de pesca en las que unos no pescan nada y otros consiguen salvar el día.

Actualmente mi estrategia de pesca a Jigging está basada en 2 herramientas fundamentales: millas recorridas y sonda. Si tienes una, dos, tres o cinco marcas y siempre pescas en ellas tus recursos están muy limitados. En contra de este planteamiento, mi estrategia se basa en la planificación de itinerarios antes de salir a pescar y combinar, tanto las visitas a esas piedras que funcionaron alguna vez, como la exploración de nuevas zonas de cubierto a la busca de nuevas marcas; siempre despacio y muy atento a la sonda esperando la más mínima señal de actividad, tratando de localizar los engados (bancos de pescado pequeño) que los grandes predadores persiguen.

En cuanto encontramos una piedra que sube del fondo se prueba y se marca, en cuanto encontramos una zona que tenga engado se marca y se prueba, y así cada día se vuelve a tierra con más zonas para planificar nuevos itinerarios. Eso sí, esta manera de pescar exige un ritmo alto con cambios frecuentes y poca insistencia salvo en aquellas zonas que demuestran estar activas. Es un ritmo agotador pero merece la pena.

Una jornada de pesca a Jigging corta contempla en mi caso al menos 35 millas de recorrido de las que la mayoría son mirando sonda. Una jornada larga se va a más de 50 millas recorridas, de nuevo durante la mayoría del tiempo zigzagueando en los fondos de piedra con mucha atención a la sonda. Creo que hasta que no tengamos varios itinerarios con 40 ó 50 puntos calientes aún no conocemos suficientemente bien nuestros fondos. Yo recomiendo la libreta siempre a mano y tomar notas en acción de pesca, todo lo que vamos observando: el estado de la marea, lo que trae el pescado en la boca, si pican o no y a qué, si hoy corren las aguas o no, si el viento mueve hoy mucho o poco, etc, todo ésto repasado con calma en casa días más tarde nos permite reflexionar más fríamente sobre la jornada de pesca y, quizá si hay suerte; obtener alguna conclusión o una nueva idea.

A veces, y cuando parece que ya hemos aprendido algo; es muy fácil acomodarse y llevar el barco siempre a los 2 ó 3 puntos que mejor han funcionado en las últimas fechas. Ésto debemos evitarlo a toda costa si queremos seguir aprendiendo y haciéndonos con nuevos recursos para más adelante. Cuando este acomodamiento llega, suele ser el comienzo de las porras o capotes que más duelen por poco esperadas.

Para evitarlo, es una buena idea plantearse pequeños desafíos; por ejemplo ponerse como objetivo pescar en un mismo día 3 piezas superiores a los 3 Kg, sin tocar ni una sola de las piedras que conocemos, y darse por ejemplo 3 salidas de pesca para conseguirlo. De esta manera parece que empezamos de cero y, cumplido o no el objetivo al final de la prueba, yo creo que uno es mejor pescador, con más recursos que antes. Con este ejercicio ponemos en alto riesgo el resultado de nuestra jornada de pesca, pero somos pescadores deportivos y el reto de poner a prueba nuestro ingenio y capacidad de adaptarse a un nuevo escenario debería estar muy por encima de los kilos de pescado. De verdad que la satisfacción, cuando uno consigue encontrar nuevos sitios o nuevas maneras, está muy por encima de lo esperado y la recompensa merece la pena.

domingo, 6 de mayo de 2007

Shimano Stella 20000, muy bien


Al principio me llamó la atención su peso, muy superior al Ultegra 8000PG, después su potencia al comprobar lo fácil que maneja Jigs pesados en mucha agua. Los primeros días reconozco que lo utilicé poco. Acostumbrado a la ligereza de mi equipo anterior y moviéndome por fondos de hasta 70 metros no necesitaba más. Empecé a ir con frecuencia a más agua, y aquí es donde esta máquina se muestra intratable y muy por encima de cualquiera de los carretes 8000 que yo había utilizado hasta la fecha.

He pescado con el Stella 20000 en 100, 120 y hasta 140 metros de agua, con Jigs de hasta 500 gramos e incluso a cebo con un plomo de 800 gramos, es una bestia, puede con todo. Es incluso un muy buen sustituto del carrete eléctrico para pescar sobre pecios en 120 metros, con trenza más fina que el eléctrico, por ejemplo 50 lb, necesita mucho menos plomo y baja como un tiro el aparejo, para subir, caña apoyada en el cinturón y arriba sin apuros.

Gracias a su gran capacidad, incluso cuando tienes fuera del carrete 140 metros de hilo el carrete mantiene un comportamiento excelente, mientras que con el 8000 la bobina ya está muy vacía y el carrete trabaja mucho peor.

Probablemente una de sus mayores virtudes, sino la mayor, es su freno, lo que lamentablemente yo no puedo probar ya que el pescado que normalmente tenemos por estas aguas difícilmente supera los 6 ó 7 Kg, con lo que el freno de otros carretes de gama inferior es suficiente.

Por tanto como conclusión, tenía pendiente daros mi opinión sobre este carrete, el Stella 20000 es una pieza en el equipo muy útil e incluso necesaria para Jiggear o pescar a fondo con garantías por encima de los 100 metros. Por debajo de estas profundidades y para el Cantábrico me quedo con un 8000. Cualquier duda sobre el carrete ya sabéis.

martes, 1 de mayo de 2007

Un abadejo de 6,5 Kg


El parte era bueno para sábado y domingo. Decidí dedicar un día a pruebas y otro a salir fuera para intentar algún congrio en los pecios. Así pues el sábado fue el día de pruebas. No fue bien la cosa, ya que el objetivo eran los sargos cerca de la piedra y el resultado, una vez más con esta especie, un buen capote. Está claro, desde embarcación no sé pescar sargos, así que si alguien puede darme algún consejo por favor que escriba, así además sé que estáis ahí porque sois muchos los que leéis pero muy pocos los que participáis, venga ánimo.

El domingo, con muy buena mar amanecí en un pecio. En la primera largada saqué un congrio de unos 8 Kg, el objetivo del día estaba listo pero seguí probando en la misma zona buscando alguna faneca. Estuve casi dos horas probando y el resultado fue una faneca de buen tamaño pero nada más. Es una cosa curiosa, normalmente en los pecios pesco más fanecas con facilidad. Pensando la razón por la que hoy no fue bien la cosa creo que es culpa del cebo, normalmente llevo verdel y sardina y hay veces que va mucho mejor uno que otro, quizá el domingo era un día que querían sardina y yo no tenia.

Cansado de probar puse proa hacia tierra buscando los petones próximos a la zona donde me encontraba. La sonda marcaba algo de engado, no demasiado. Nos pusimos manos a la obra con los Jigs y a la media hora de realizar derivas sobre la zona tuve una picada brutal que terminó con mi mejor pieza de abadejo hasta la fecha, un precioso ejemplar de 6,5 Kg. Seguí probando por la zona y de nuevo tuve una picada fuerte a media agua cuando recogía el Jig para corregir la deriva, en esta ocasión fue un chicharro, también talla XL próximo a los 2 Kg, nunca había pescado uno tan grande.

Así transcurrió la jornada hasta que a la 1 puse proa a tierra. En fin, un día de pocas piezas pero variadas y de gran tamaño. En las fotos podéis ver el abadejo, el congrio y la caña con el carrete eléctrico virando el congrio. Hasta la próxima.