lunes, 13 de noviembre de 2006

Hablando de la pesca de la lubina.


Este fin de semana hay que quedarse en tierra, toca mantenimiento de la embarcación y ya se sabe.

Buen día para pasar por la tienda de mi amigo Fran (gran pescador de lubinas, el mejor que conozco) y hacerse con algunos señuelos para probar este invierno por las espumas.

No es el invierno la estación que más me gusta para la lubina, aunque mis mejores piezas han sido siempre en esta época, lanzando peces flotantes entre las espumas pegadas a la piedra, tan pendiente del timón como de la caña.

Me gusta pescar la lubina con artificiales a spinning, llevo bastantes años haciéndolo, especialmente desde que Fran me descubrió los poppers y paseantes hace 3 ó 4 años, desde ese día la enfermedad por esta pesca entró en una fase bastante avanzada, y es que ver a un robalo de más de 3 Kg lanzarse como un animal tras un popper pone los nervios a flor de piel a cualquiera.

En verano, normalmente a partir de Junio, empiezan a acercarse bastante a las playas y andan tras el pescado pequeño que también se acerca a la costa, a spinning con poppers he pasado algunos de los días más bonitos de pesca que recuerdo.

Es en estas fechas de verano una pesca en la que deberíamos ser especialmente responsables con las capturas, he tenido días de más de 50 piezas y es muy importante soltar el pescado que no da la talla e incluso llegado el momento empezar a soltarlo todo si ya tenemos suficiente.

Actualmente utilizo para esta pesca una caña shimano BeastMaster de 2,40 metros y un carrete Shimano Stradic 6000 en el que pongo un trenzado bien fino al que empalmo una braza de monofilamento de buena calidad, normalmente lo termino con una grapa para cambiar fácilmente de señuelo.

Después de haber pasado por todo tipo de teorías sobre el viento, las lunas, el tipo de mar, etc creo que ahora es cuando menos claro lo tengo, las he pescado lloviendo, al amanecer, al anochecer, de noche, en pleno día a pleno sol, con marea bajando y subiendo, con viento sur y NE, en fin, casi en cualquier circunstancia es posible encontrar algún sitio con alguna lubina dispuesta a picar, aunque hay días que desgraciadamente no lo encuentras y te llevas un buen capote.

El comentario más acertado, en mi opinión, sobre esta pesca lo leí en un libro donde el autor hablaba de buscar para pescar lubinas “la noche”, “la noche” entendida en sentido amplio como aquel lugar en el que las condiciones de visibilidad para el pez sean adversas, bien por la luz, bien por la espuma o bien por el viento si pescamos arriba.

Hoy comentaba con Fran cómo había ido el verano en cuanto a lubinas, el mejor de los últimos años para él ya que había hecho pescas muy buenas con piezas de muy buen tamaño, consiguiendo incluso batir su propio récord con una pieza de casi 8 Kg.

En mi caso no tan bueno, sí he tenido días donde he pescado bastantes lubinas, pero la más grande no llegaba a los 2,5 Kg, me he salido bastante de mis pesqueros habituales buscando nuevas zonas y no he dado todavía con zonas extraordinarias del nivel de otras que ya tengo.

En cualquier caso, la satisfacción de localizar nuevos sitios o situaciones en las que hacer buenas pescatas es una maravilla, aunque para ello haya que hacer algunos capotes, para dedicarse a seguirte con los prismáticos o acercarse a marcarte con el GPS ya hay otro tipo de pescadores.

Si no habéis probado nunca la pesca de la lubina con artificiales de superficie no dudéis en hacerlo, un día de picadas espectaculares podéis llegar a perjudicar un poco a vuestro corazón, pero dejaréis recuerdos en la memoria que durarán incluso hasta cuando ya no estemos aquí para seguir pescando.

(c) 4/11/2006

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