martes, 13 de marzo de 2007

Un día duro de mar


El parte no era el ideal. El Sábado leía para el Domingo una previsión de mar de fondo de 2,5 a 3,5 m y vientos variables de fuerza 2 a 4. Ya llevaba un mes sin salir así que decidí intentarlo el Domingo. Salí pronto, hacia las 7, con el objetivo de amanecer en el sitio de pesca con la pleamar por delante. La mar estaba complicada, no era un mar de fondo limpio sino que venía muy irregular, con mucha frecuencia y crestas pronunciadas. Poco a poco y un poco más lento de lo habitual me planto a unas 4 millas de costa, el mar no deja pescar y asusta un poco, aún así pronto pesco el primer abadejo, en esta ocasión de talla mediana. La mar sigue desagradable y eso que el parte hablaba de mejoría con el transcurso de la mañana. Enseguida me llama Ramón por el VHF, sale de puerto y quiere saber cómo está el mar. Acaba llegando a mi posición y aporta una buena dosis de cordura proponiendo acercarse a tierra y salir un poco de la zona donde estábamos. Vamos despacio, en mi barco a 5 nudos suave de aleta sin arriesgar, aún así hay veces que asoma el timón en el aire cuando una ola fuerte me calza mal por popa, bueno, poco a poco y atentos a cómo nos viene la mar nos vamos acercando a tierra. Aparecen buenas sondas y comentamos por el VHF que estaría bien probar. La prueba empieza bien, en la primera largada una Serviola pica en la escabela que va sobre el Jig, no es muy grande pero tira mucho y además hasta el final. Me hace ilusión, ya es la segunda que pesco este año y eso que pensé que en el Cantábrico era casi imposible pescarlas. Nada más en la zona y continuamos hacia tierra. Con el paso de la mañana el mar parece que mejora un poco y a medias con el regreso decidimos retomar la pesca, volviendo a abrir de costa en esta ocasión hacia otra banda donde parece que el mar se deja algo más.

Ahí vamos con un mar muy aceptable, en la foto podéis ver a la Rodman 12,50 con la que este domingo pescaba "a la pareja" navegando de nuevo hacia otro pesquero. Llegamos y plaf, la primera largada pescado y bueno, es un abadejo de unos 3 kg pero se me suelta casi arriba. Enseguida otro de algo más de 2 Kg que en esta ocasión sube a bordo. Al poco rato otro más también de más de 2 Kg y luego otros 5 ó 6 más de talla más mediana. En la "pareja" tambien se sube pescado y observo con atención la maniobra con una buena pieza próxima a los 4 Kg. Al final hemos salvado el día, una jornada divertida y en la que gracias a Dios no tuvimos ningún disgusto con el mar. Un poco más de prudencia en otra ocasión.

1 comentario:

  1. yo estuve el sábado en la ría de Betanzos-Puentedeume, pero asomarse a La Marola era peligroso, había mucho mar de fondo también, junto a las rocas entre Lorbé y La Marola (donde suelo coger abadejos y alguna que otra lubina al curricán) era muy difícil maniiobrar y finalmente, capote total, pero ¡qué carallo! hacía más de dos meses que no salía...

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