domingo, 8 de abril de 2007

Trece horas trece



El pasado martes, previo a los festivos de Semana Santa, salí a pescar. Parece mentira pero a pesar de coger vacaciones lunes y martes para completar la semana, solamente un día tuve el parte adecuado para una buena jornada de pesca. Al principio de semana mucho frío, lluvia y mala mar, al final muy buen tiempo pero mucho nordeste que nos estropea mucho el mar.

En fin, todo a una carta el pasado martes 3 de abril, así que trece horas pasé en el mar. Salí a las 7 de la mañana y regresé pasadas las 8 de las tarde, sabía que ese era mi día de pesca esta Semana Santa y había que aprovechar. Sigo con mi monográfico de Jigging porque estoy documentando los resultados de esta técnica durante los diferentes meses de la temporada en diferentes profundidades, con diferentes Jigs y otras variantes de lunas, mareas, etc.

Navegaba sin prisa hacia el pesquero, 10 nudos y motor a 3.000 rpm disfrutando el amanecer viniendo a lo lejos. Pendiente de radar y plotter iba avanzando al N-NE buscando la profundidad objetivo, ya estaban los profesionales trabajando y a veces me quedo como un idiota mirando y pensando en sus vidas o en lo que saben de mar, lo que conocen cada metro de estos mares en los que yo soy un total principiante.

Hay muy buena gente de mar y gracias a ellos he conseguido siempre mis mejores progresos. Cheoto me metió este mal en el cuerpo cuando me llevó por primera vez a pescar desde embarcación y ahora una enfermedad de mierda se lo llevó al pobre por delante (descansa en paz hombre de mar, nunca te agradecí bastante presentarme a este mundo que ahora me hierve en la sangre), Cariñán me enseñó que hay algo "más allá" y me regaló una de las mejores horas de 2006 estas Navidades hablando de mar a bordo de su barco profesional. Lete me sacó de la ignorancia suprema con sus primeros consejos y aparejos. El otro día Salva me hablaba de cómo se mueve el peixe. Gracias a todos por vuestra generosidad.

Comencé a primera hora en unas piedras a las que no sé porqué vuelvo, un día hace dos años me dieron 5 piezas de una talla extraordinaria, y desde esa jornada ni un pez más conseguí. Esta vez de nuevo fallaron, aunque tenían curriolo a media agua y los sentía atacar la escabela cuando recogía rápido para corregir y buscar de nuevo la vertical. Paré a la profunfidad que estaban los verdeles y a tironcitos en la escabela enseguida me hice con una docena, ni uno más quiero, una docena seleccionada soltando pequeños es suficiente para cenar la familia. Muy atrás quedaron los tiempos de llenar el capacho de este maravilloso pez que cada año nos visita al comenzar la primavera.




Avanzamos a E, siempre por encima de las muchas brazas, que hoy era mi profundidad mínima de referencia. Nada por aquí y nada por allí. De repente llego a una piedra que ya se había portado en otra ocasión y la sonda promete, el engado esta placado abajo, no se distingue del fondo salvo porque la lectura de profundidad y la línea negra de la mancha no cuadran en 2 ó 3 metros (lo malo de no tener sonda a color), además en el zoom 4X se ven huecos y líneas blancas que quedan entre la mancha de engado pegado al fondo. Esta sonda en particular no falla, si está más alta la mancha hay veces que sí y hay veces que no, pero cuando está placado y no se mueve le tengo mucha fe. Primera largada nada, segunda nada y tercera un tirón brutal, al tercer o cuarto bombeo hacia arriba se suelta, creo que al comenzar el tercer o cuarto "cagamento" y gracias a seguir dando acción al señuelo plaf, esta vez prende bien. Hasta arriba sin problemas con 2 ó 3 carreras al principio, bombeo pausado y aflojo un poco de freno una vez que el fondo está librado para que no rompa en el labio si viene mal clavado. Ya está arriba, gancho y a bordo un buen badeixo, a ojo le echo 3 Kg pero después en casa da algo más. Una foto rápida y echamos un ojo a la sonda que parece que aún vale. Nueva largado y lo dejo pegado abajo con templequeo de muñeca pero sin recoger ni un metro, otro, este más pequeño pero pasa el 1,5 Kg.

Recoloco el barco porque hemos salido de la zona caliente. El Sea Rock baja bien hasta las muchas brazas que da la sonda a pesar de sus solamente 200 gr, aunque el descenso se hace eterno sabiendo que hay pescado abajo, uno, dos, tres, ......, fondo !!. Ya tocamos fondo y arriba, al tercer tirón algo se empeña en que el Sea Rock se encueve pero el freno ya estaba tarado un poco más fuerte, aguanto bien las primeras carreras y arriba poco a poco sin prisa, ya está en superficie (¡qué pena de fotógrafo a bordo, a ver Paula si te animas un día de estos!), gancho y arriba, parece un poco más grande que la anterior, soltamos y rápido al frío de la nevera.

No salió más en esta piedra así que como se acercaba la hora de comer barco al garete, mantel y cesta a la bañera que ahora me toca a mí. Media hora de descanso para tomar algo de jamón y fruta. Una vez recogido todo volvemos a la piedra y sigue con buena pinta pero tres o cuatro largadas más y nada así que no insistimos, el día está hecho y no hay que abusar, cambiamos rumbo a una zona nueva que tengo ganas de explorar.


No se dio bien la prueba y vamos volviendo a W en zig-zag para ir marcando y probando piedras con buena pinta. La cosa no va mal, un abadejo aquí y otro allí, todo pescado suelto y de tamaño mediano entre 1 y 1,5 Kg pero nos vamos entreteniendo. Aunque estaba bastante abierto de costa al pasar a la altura de "La Segura" pongo proa hacia tierra. "La Segura" es uno de mis pequeños tesoros, esas piedras que consideras con toda la humildad del mundo tuyas, fruto de muchas millas sin pescar mirando la sonda y un poco de suerte, no recuerdo ni un solo día que no me diera pescado y creo que van 15 ó 20 visitas, nos entendemos muy bien, me acerco, pesco una o máximo 2 piezas y me voy, nada más, aunque me quede con las ganas. Siempre da variado, hoy un badeixo, mañana un pargo, ahora un robalo y luego una serviola, en esta ocasión una lubina de 1,5 Kg se traga el Sea Rock Rosa antes de tocar fondo. Alguien más conoce la piedra, espero que la cuide como yo.

Vamos hacia W y seguimos pescando abadejos sueltos de talla mediana hasta que ponemos proa a tierra. Al final un estupendo día de pesca y de mar con buen tiempo y una buena pescata a bordo. Después de horas y horas de tirón y carrete, en ocasiones con Jigs pesados de hasta 350 gr, llego cansado pero satisfecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario